Un gran número de familias de la región derivan su sustento de la producción de objetos artesanales. La aceptabilidad que los productos artesanales tienen en los mercados regionales, nacionales e internacionales ha propiciado el incremento progresivo de las actividades de producción artesanal, la que a su vez sugiere la necesidad de incrementar los procesos de formación profesional en competencias laborales que permitan preparar talento humano requerido por las empresas del subsector, que constituye la base para incrementar la tecnología, lograr mayor productividad y ser competitivos.